Ya se nos viene Ostara y no podía dejar de añadir este ritual que tomé del libro "La magia de las velas", de Gerina Dunwich (Editorial Martínez Roca).
Traza un círculo espacioso que te permita trabajar con comodidad (alrededor de 2 mts y medio de diámetro. Arma tu altar de cara al Norte. Pon una vela de color verde claro en medio del altar. A la derecha de la vela (Este), coloca un incensario con incienso de jazmín o un quemador con carbones vegetales para quemar salvia sobre ellos.
A la izquierda de la vela (Oeste), coloca un tazón con huevos duros, decorados con runas, dibujos de fertilidad y otros símbolos mágicos. Delante de la vela (Sur) coloca tu athame y espada ceremonial, si los tienes o un trozo de cristal de cuarzo.
Después de espolvorear un poco de sal en el interior del círculo, toma la espada ceremonial -o el cristal- y sigue con ella el trazado del círculo en el sentido de las agujas del reloj, empezando por el Este. Mientras recorres el círculo, di:
Devuelve el cristal o la espada al altar y enciende la vela y el incienso. Toma el athame, o tu mano de poder en caso de no tener athame y arrodíllate ante el altar, con la hoja del athame apoyada sobre el corazón, y di:
Apoya la hoja o mano de poder en la frente (tercer ojo) y di:
Termina el rito apagando la vela y abriendo el círculo con el cristal o la espada en sentido contrario a las agujas del reloj.
En el festín sencillo, puedes comer algún platillo hecho con huevos: huevos rellenos o flan, por ejemplo. Las cáscaras de los huevos que comas, deberás enterrarlas en el jardín o en una maceta, como ofrenda a la Madre Tierra.
Traza un círculo espacioso que te permita trabajar con comodidad (alrededor de 2 mts y medio de diámetro. Arma tu altar de cara al Norte. Pon una vela de color verde claro en medio del altar. A la derecha de la vela (Este), coloca un incensario con incienso de jazmín o un quemador con carbones vegetales para quemar salvia sobre ellos.
A la izquierda de la vela (Oeste), coloca un tazón con huevos duros, decorados con runas, dibujos de fertilidad y otros símbolos mágicos. Delante de la vela (Sur) coloca tu athame y espada ceremonial, si los tienes o un trozo de cristal de cuarzo.
Después de espolvorear un poco de sal en el interior del círculo, toma la espada ceremonial -o el cristal- y sigue con ella el trazado del círculo en el sentido de las agujas del reloj, empezando por el Este. Mientras recorres el círculo, di:
"Bendito sea este círculo del Sabbat
en el nombre divino de Eostre,
Diosa antigua de la fertilidad"
en el nombre divino de Eostre,
Diosa antigua de la fertilidad"
Devuelve el cristal o la espada al altar y enciende la vela y el incienso. Toma el athame, o tu mano de poder en caso de no tener athame y arrodíllate ante el altar, con la hoja del athame apoyada sobre el corazón, y di:
"Bendita sea la Diosa de la fertilidad,
bendito sea su rito de Primavera,
bendito sea el Rey Dios del Sol,
bendita sea su sagrada luz"
bendito sea su rito de Primavera,
bendito sea el Rey Dios del Sol,
bendita sea su sagrada luz"
Apoya la hoja o mano de poder en la frente (tercer ojo) y di:
"El Sol ha cruzado el Ecuador celeste,
Dando al Sol y a la Luna las mismas horas.
La Diosa de la Primavera ha renacido nuevamente
y su belleza infunde vida.
"Bendita sea la Diosa de la vida.
Bendita sea la Señora de la luz.
Ella es la cradora de todo cuanto vive.
La Diosa infunde vida,
la Diosa da vida,
la Diosa es vida,
la Diosa es la Reina Suprema.
¡Así sea!"
Dando al Sol y a la Luna las mismas horas.
La Diosa de la Primavera ha renacido nuevamente
y su belleza infunde vida.
"Bendita sea la Diosa de la vida.
Bendita sea la Señora de la luz.
Ella es la cradora de todo cuanto vive.
La Diosa infunde vida,
la Diosa da vida,
la Diosa es vida,
la Diosa es la Reina Suprema.
¡Así sea!"
Termina el rito apagando la vela y abriendo el círculo con el cristal o la espada en sentido contrario a las agujas del reloj.
En el festín sencillo, puedes comer algún platillo hecho con huevos: huevos rellenos o flan, por ejemplo. Las cáscaras de los huevos que comas, deberás enterrarlas en el jardín o en una maceta, como ofrenda a la Madre Tierra.
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