12/4/09

Hechizo de superación

[Dedicado a Lady Astor]

Sirve tanto si tu carga es una relación fracasada, como una infancia difícil, una pérdida económica, un delito, un sueño no realizado, una discusión sin fin o un resentimiento que no desaparece; puedes utilizar este hechizo para superarlo. El dios Saturno ejerce dominio sobre los finales que conducen a nuevos principios, de modo que este trabajo mágico es mejor realizarlo un sábado (día de Saturno). Para ello necesitarás los siguientes elementos:
  • Una varilla de incienso (servirá de cualquier clase, pero usa uno de fumari -fumaria officinalis-, si tienes la suerte de encontrarla)
  • Una hoja de papel
  • Una birome o lapicera negra
  • Un hilo o cinta de color negro
  • Una pala pequeña

Preparación:
Identifica tu problema y utiliza la lapicera negra para escribirlo en el papel. Escríbelo de la manera más sucinta posible, en una palabra o frase corta, como por ejemplo: mi matrimonio, el fuego, mi infancia, el rojo, el accidente, el nombre de una persona o cual fuere tu tema personal. Si tiene más de un tema por superar, anótalos todos.

El hechizo:
Accede a un estado de ánimo mágico y crea un espacio sagrado alrededor de la zona donde vayas a realizar el hechizo. Enciende el incienso y reune energía. Dedica unos minutos a examinar lo que hayas escrito sobre el papel. Concéntrate en el hecho de que estas palabras, y los acontecimientos o personas que representan, ya no forman parte de ti. Enrolla el papel hasta formar un cilindro y pásalo por encima del humo del incienso varias veces. Mientras lo haces di:

"El humo se ensortija, el papel se pliega
por el poder del incienso,
te expulso de mis pensamiento.
No tienes ya poder sobre mi"

Repítelo tantas veces como te parezca necesario y créelo cuando lo digas. Siéntete libre de adaptarlo para que se adecúe más a tus necesidades específicas.
A continuación, arruga el papel hasta formar una pelota. Colócalo en una puerta, de tal modo que quede atrapado entre la puerta y el marco cuando ésta se cierre. Luego, cierra la puerta con fuerza sobre el papel y di en voz alta:

"Jamba de la puerta, ciérrate de golpe,
por el poder de Jano,
cierro esta puerta sobre *tu problema*
¡Este capítulo de mi vida está cerrado!"

Si el hecho de cerrar repetidamente la puerta sobre el papel te ayuda a liberarte de las emociones acumuladas, hazlo cuantas veces lo desees.
Quita la pelota de papel de la puerta. Desgárrala en tiras alargadas. Forma un montón con las tiras y átalo con el hilo o cinta negra.
Pliegue las tiras de papel tantas veces como puedas, atándolas cada vez con el hilo o cinta. Para entonces, el incienso ya debería haberse consumido y deberías tener un pequeño paquete de papel e hilo que representa el tema o temas que intentas superar.
Arroja el montón de papel atado a un rincón o cerca de la basura, para demostrar lo poco que su contenido significa para ti.
Puedes completas el hechizo inmediatamente, o bien realizarlos a primeras horas de la mañana siguiente. Ésa es la mejor elección, ya que el amanecer es un momento propicio para refrescar los inicios e iluminar los principios.
Para terminar, retira el montón de tiras de papel y toma la pala. Llévalo afuera y entierra el paquete en un lugar por donde pases con relativa frecuencia, como el patio o el sendero de acceso a la casa. Asegúrate de enterrarlo profundamente, para que no sea desenterrado por la lluvia, los animales o cualquier otra circunstancia. Una maceta o un curso de agua también son buenas opciones.

Más tarde:
Cada vez que pases junto al lugar donde hayas enterrado el montón de tiras de papel, detente un momento y di: "Lo he superado". Da un paso adelante y di: "Ya lo he dejado atrás". Da otro paso adelante y di: "Estoy bien y soy libre!. Da un cuarto paso hacia adelante y di: "Sigo mi camino". Es mejor si dices estas afirmaciones en voz alta si estás a solas, sino puedes decirlas mentalmente.
Haz esto cada vez que pases sobre el papel enterrado. Necesitarás llevar a cabo este ritual de las afirmaciones durante un tiempo, y poco a poco empezarás a olvidarlo. Justo entonces se inicia su verdadera curación, y dejarás de tener necesidad de recurrir al ritual. Más tarde, llegará el momento en el que ya no podrás recordar con exactitud cuándo enterraste el papel o, incluso, por qué tuviste que enterrarlo. Finalmente todo el asunto te parecerá absurdo; en ese momento podrás estar seguro de que el hechizo se ha manifestado plenamente.


Fuente: "Hechizos para la bruja solitaria", de Eileen Holland. Editorial Obelisco. [Adaptado por mi]

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